Fiscal encuentra las siete pruebas perdidas del caso Orellana
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- 14 oct 2015
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En un ambiente poco visible del búnker del clan Orellana, en la avenida Guardia Civil, en San Borja, la fiscalía encontró las siete muestras que supuestamente se habían perdido durante una diligencia realizada en el mismo edificio, el 1º de julio del 2014.
Las siete muestras contienen falsos sellos de notarios, municipalidades, juzgados, sellos de huellas digitales, mil dólares en efectivo, un teléfono, un fólder de "Control de préstamos-archivo", balas 9 milímetros y otros documentos.
La "desaparición" de estas muestras recién se detectó el 7 de julio y generó un conflicto en enero de este año, cuando el hecho trascendió a la prensa. La procuradora Julia Príncipe solicitó que la fiscal Marita Barreto sea separada de este caso por una grave negligencia.
El pedido fue respaldado por las fiscales Yanet Roller y Delia Espinoza. Pero fueron ellas las que dejaron la fiscalía de lavado de activos cuando el fiscal de la Nación, Pablo Sánchez, respaldó a Barreto.
Hoy las pruebas han aparecido y siguen dentro de los sobres lacrados, en los que permanecen desde que fueron encontradas en julio del 2014, y serán claves para establecer el modo en que operaba la organización Orellana.
Es evidente que sí hubo un intento por desaparecer estas pruebas. Fueron encontradas semiocultas, lejos del lugar donde se les encontró inicialmente. El que intentó desaparecerlas no pudo regresar por ellas.
El búnker del clan Orellana permaneció cerrado hasta la semana pasada, cuando personal del despacho de Marita Barreto regresó para una audiencia de reconocimiento de ambientes, con participación de la Procuraduría y abogados de los investigados.
La fiscal Barreto ha convocado una audiencia de deslacrado, a fin de que estas pruebas sean incorporadas al proceso judicial contra los hermanos Rodolfo y Ludith Orellana.
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